Samba en Brasil

El panorama musical brasilero, o la samba en Rio de Janeiro, se destaca por ser un fenómeno cultural que atravesó el siglo XX, pasando por seguidas discriminaciones y persecuciones en sus primeras décadas. Los procesos de oficialización, o “nacionalización”, de la samba en Brasil no conseguían calar las formas genuinas practicadas en Rio de Janeiro. Fueron los pobres, negros y excluidos los principales responsables por esta conquista, tomando el liderazgo del proceso de afirmación que tuvo gradualmente el samba. Resultado de esto, el samba terminó siendo reconocido como música popular de Brasil por excelencia. Esto ocurre en todo el país, dando lugar a un sinfín de géneros y sub géneros provenientes de la samba (Iphan, 2007, p. 9).

Con el pretexto de limpiar a la ciudad de todo lo que significase pobreza, decadencia y atraso, dando a entender que lo que se buscaba realmente era la imitación de una moderna metrópoli europea, se marginalizó todo tipo de expresión negra y sambística. En el comienzo del siglo XX, a comunidades negras de Rio de Janeiro excluidas de la participación plena en los procesos productivos y políticos, se les impedía celebrar abiertamente su fe, dando forma a un nuevo samba. Diferente a los tipos antes conocidos, con una estética mucho más urbana, se le llamó samba carioca, samba de morro o simplemente samba. A Raíz de esta exclusión, se comenzarían a implementar diversas escuelas de samba, espacios de reunión, intercambios de experiencias, establecimiento de redes de solidaridad, crianza artística, carnaval y fiesta. En poco tiempo, el samba de Rio se esparció por todo Brasil, inicialmente a través de la radio y algunos discos. Las escuelas de samba atraían más y más los intereses de diversos segmentos políticos, desde sambistas, clase media, intelectuales, la media, el poder público, la industria del entretenimiento y el turismo (Iphan, 2007, p. 10). Teniendo como marco la localidad denominada Pedra do Sal, en el morro de Conceição, en la zona portuaria de Rio de Janeiro, en las primeras décadas del siglo XX el samba carioca se presenta, desde su origen, como un elemento de expresión de identidad cultural de la población negra. En aquel momento decisivo en que el negro debía de conquistar su vida o directamente de vender su fuerza de trabajo, fue determinante la formación de una red de solidaridad que resulto como un contacto cultural enriquecedor de las varias etnias que vivían y convivían (Iphan, 2007, p. 13).

En un principio la roda estaba presente antes de que la samba fuera samba. La roda, es un ritual que “preserva y actualiza lo que está en su origen”. El alma doméstica de la roda, comunitaria, fue incorporada naturalmente en los terrenos de las escuelas de samba, fundadas a partir de los procesos políticos que dieron lugar a la samba como música popular brasilera. De forma ancestral, la roda aparece en diversas expresiones de samba por todo el país. En Rio de Janeiro fue elemento fundamental en crianza y difusión del nuevo género, y su valor se mantiene vivo gracias a la los sambistas tradicionales (Iphan, 2007, p. 63).

Rodas de samba tradicionales, o “de raíz”, como los propios sambistas se refieren a ellas, se dan en lugares como bares y centros culturales, atrayendo a jóvenes de todas las clases sociales que quieren ver, oír y presenciar maestros (Iphan, 2007, p. 64). La roda es el principal medio de transmisión de saber/hacer samba tradicional, aunque la disminución en la cantidad de estos espacios comunitarios ha preocupado a los sambistas en el último tiempo.

 


 

Referencia

Iphan, Dossiê (2007). Matrizes do Samba no Rio de Janeiro: partido-alto, samba de terreiro, samba-enredo. Iphan, 1-140.

Cómo citar

Durán, Benjamín; Lues, Fuad y Ojeda, Mathias (2021). Samba en Brasil. Wikimus. http://wikimus.cl/wiki/samba-en-brasil/

Imagen de portada

Hodan, G. Brazil Flag [Fotografía]. Recuperado el 4 de marzo, 2022, https://www.publicdomainpictures.net/en/view-image.php?image=184297&picture=brazil-flag