Jazzistas Porteños de los Albores

Cabello, P. (2021). Jazzistas Porteños de los Albores. En Valparaíso y los Albores del Jazz en Chile 1920-1940 (pp. 153 – 207). Ediciones Universitarias de Valparaíso.

Resumen

El presente capítulo está englobado dentro del conjunto de tópicos que constituyen la totalidad del libro, cuyo tema y eje principal es la escena del jazz en Valparaíso entre los años 1920-1940. Los capítulos abarcan: la nueva dinámica global en la que el jazz se instala en un contexto de nueva modernidad del siglo XX, en el cual se incluye a Chile con sus diversos estratos; las semejanzas entre las sociedades de Nueva Orleans y Valparaíso como cunas del jazz y su ingreso a los puertos; el ambiente musical porteño donde el jazz convive con la músicas chilena y docta; la figura de Pablo Garrido como músico y pionero del jazz en El Puerto; los conjuntos principales que marcaron a la escena porteña; y finalmente la descripción y recuento de lugares donde se acuño y practicó el jazz. Este resumen abarca al quinto capítulo, con enfoque en los conjuntos que dieron vida al género en Valparaíso y la relevancia de Pablo Garrido en estos mismos.

 

Una de las razones más comunes del reconocimiento de Pablo Garrido es por la creación de la llamada primera orquesta de jazz en Chile: The Royal Orchestra de Valparaíso, en 1924. Dicha imagen se construyó por la pionera investigación de Álvaro Menanteau. Si bien no se discute ni refuta este caso como hito, y que se gesta a partir de este suceso los albores de nuevos conjuntos en los puertos más importantes del país, el autor repasa diversas nuevas fuentes que pueden poner en tela de juicio dicha aseveración como primera orquesta de jazz en el país. Se mencionan Bandas de Swing santiaguinas activas en la década de 1920, Jazz Band Letelier en 1927, The Memphis Syncopators y Orquesta Mack-Sennet; conjuntos diversos en cuanto a su configuración instrumental. Se plantea la pregunta de qué se entiende por una orquesta, combo o banda de jazz en Chile en este contexto, siendo esta interrogante difícil de responder por la relativa actualidad en la que desarrollaba la actividad, donde no se tenía conocimiento de la configuración usada en Nueva Orleans y Chicago más allá de lo que llegaba al puerto, usándose una estética y configuraciones que se considerarían inadecuadas para la escena original. Es por esto que la definición usada se basa en lo que indica la prensa o la autodenominación de los músicos.

Toda esta configuración en Chile tuvo sus etapas y no fue un proceso rápido. En Estados Unidos el concepto usado era de “bandas”, asociado a conjuntos donde se improvisaba, a diferencia de Chile que el término “orquesta” viene de la influencia de conjuntos de tango y música tropical, la cual para los años 40’ transformaría estas definiciones.

Es mencionada como fuente también la novela Los Juicios del Dios Agrella de Remenyk de 1929, con carácter expresionista, en la cual el autor relata – dentro de sus andanzas por Valparaíso – la presencia de afroamericanos en la urbe, quienes cumplían labores asociadas al esfuerzo físico y escuchaban una música particular, la cual, a pesar de no estar probada como jazz, se asociaba a la raza con dicha música. Se menciona a partir de este dato la pregunta de investigación de Menanteau que intenta establecer la diferencia entre jazz hecho en Chile y jazz chileno, debido a la ampliación del éxodo africano llegando hasta Chile, correspondiendo a una población viajera que trabajaba en los barcos con carácter de espíritu de viajeros, llamando a la experimentación de nueva música.

 

Pablo Garrido documenta por escritos sus experiencias que suman a la historia del jazz en Chile, en una serie de artículos llamados Recuento Integral del Jazz de Chile, los cuales constituyen la principal fuente en la cual son basados los lugares y nombres de puntos importantes para el desarrollo del jazz. Elementos relevantes en este archivo son la experiencia musical de Garrido en Valparaíso, dividida en su tiempo por The Royal Orchestra y su cargo como director en el Casino de Viña del Mar.

Fuera de estos puntos es reconocible la labor que constituiría la cuna de importantes cultores del estilo.

La orquesta que fundó Garrido tiene origen en el importante local Cabaret Royal, en el cual el músico fue contratado para tocar en presentaciones regulares. Estaba compuesta por al menos violines, saxofones, clarinete, trompetas, trombón, tuba, banjo, batería y piano. Algunas de las primeras presentaciones se hicieron en lugares como la Sala Victor de Av. Pedro Montt, Sea Side Park del Balneario Recreo, Confitería Colón, entre otros. En este último los músicos conseguían arreglos desde EEUU con ayuda de Albert Zalsberg, comerciante.

 

En el local Baños del Parque se podía oír a los marineros estadounidenses aficionados a la música tocar diversos instrumentos, práctica común en focos nocturnos. Los locales adquirieron estas prácticas, pero persistía un desconocimiento de los sonidos norteamericanos. A pesar de esto hubo músicos como Bruno Schaub, baterista; Enrique Perretti, baterista; Alberto Fuenzalida, pianista; Carlos Romero, violinista e instrumentista; quienes fueron reconocidos músicos que desarrollaron estas prácticas inicialmente inexploradas.

En este contexto también los músicos y aficionados se congregaban en días especiales en los que podían sumarse otros músicos a este conjunto a tocar, lo que anticiparía la práctica de las jamsessions. También, desde aquí se encargaban arreglos de éxitos recientes en Norteamérica, evidenciando una importancia de la industria discográfica en el aprendizaje del género. Es destacable el realce a la orquesta por efectos de luces, propaganda, y carácter cosmopolita.

La influencia de la orquesta de Garrido también se extendió hacia todos los estratos de la sociedad, desde los locales bohemios hasta los más altos círculos de la aristocracia de la región, encontrados principalmente en el Gran Hotel de Viña del Mar.

 

Existieron otros músicos del periodo como Heriberto Allende, saxofonista; Manolo Aranda; compositor; Emilio Berríos, saxofonista; quienes también participaban del círculo de Baños del Parque, al igual que Ricardo Romero, quien fue profesor de bailes y maestro de danzas, también ejerció una labor de organización para una gesta de bailarines de la ciudad en diversos estilos como el shimmy, one-step, two-step, black bottom, cakewalk, foxtrot slow fow, charleston, tango, y cueca.

Otros músicos de jazz se formaron en las bandas militares del periodo, con antecedentes en la tradición de las bandas en EEUU, que en la guerra de secesión tuvieron un rol en la formación de bandas primitivas de jazz, al quedar muchos instrumentos en desuso. Esto se replicó en Chile con la influencia de la Armada, evidenciado en los pioneros Ernesto Carbone, Alfonso Otiz y Pedro Opazo. Distinto es el caso de Luciano Dorich, joven saxofonista con origen muy humilde en un hogar de menores, siendo mismo lugar donde se creó la Banda de Guerra del Hogar de Menores. El músico compartió con Garrido y pudo hacer carrera en el extranjero.

Hay mención de Marita Buhrle, divette quien actuó en la película Mater Dolorosa. Esta cantante es una de las pocas mujeres presente en los albores. También se destacan a los trompetistas Eduardo Vargas, innovador de la sordina; Carlos González y Julio Arguedas.

 

Personaje Importante porteño fue el pianista Juan Santiago Garrido, grabador del shimmy La Estrella, y hermano de Pablo a quien inició en los conjuntos de jazz. Fue director de orquesta, conductor radial, compositor, conferencista y escritor con una extensa carrera en México. En Valparaíso su labor estuvo asociada al tango y al jazz, dirigió el conjunto Hotel Palace Coppola y estuvo a cargo del Salón Víctor, espacios importantes para músicos profesionales.

En estos conjuntos estuvo el músico de banjo Augusto Brown, que se inició en el reconocido círculo de Baños del Parque y posteriormente en la Orquesta Davagnino. Reconocido por su destreza, cuando Pablo Garrido reemplazó el banjo por la guitarra eléctrica, Brown ocupó el puesto de guitarrista, convirtiéndose así en el primer guitarrista de jazz de Chile.

 

La Orquesta Davagnino también representa un conjunto pionero en el jazz porteño. Se especula su origen en 1925 y fue igual de importante que las actividades desarrolladas en los Baños del Parque y la Confitería Colón. Esta orquesta frecuentaba los mismos espacios anteriormente mencionados, y estaba compuesta por Fernando, Erneto, Luis, Francisco y Alberto Davagnino. Se destacó por su versatilidad de géneros y ejecución, y también su alta demanda en un contexto de mayor modernidad y moda, influenciada por la música, baile, deporte y vestimentas. Estos aspectos resultaron en la formación de sindicatos que tenían como objetivo la protección a los músicos trabajadores y su carga laboral.

Fernando Davagnino, aparente director del conjunto musical, tuvo su iniciación en el género en un viaje a Nueva York, enviado por la Sala Victor mediante la Compañía Sudamericana de Vapores, lugar en el que varios músicos jóvenes trabajan en las orquestas a bordo. El conocimiento adquirido a partir de este viaje lo aplicó a su regreso, al presentar un conjunto de jazz que replicaba al de grandes exponentes de la ruta Nueva Orleans-Chicago. Se presentó en diversos locales de la región, sobre todo en Barrio Puerto, donde en La Bahía interpretó foxtrots (su género por excelencia), valses, tangos, cuecas, paso doble, entre otros. El amplio repertorio y experiencia con la que contaban los músicos adquiridos, otra vez más, por la influencia discográfica tuvo una importante recepción de la audiencia.

Garrido en sus memorias menciona algunos músicos en torno a este conjunto, en especial a R. Figueroa, saxofonista; Miguel Zepeda, pianista quien también estaba en los círculos jazzísticos de Valparaíso. También, gracias a Jazz Film, se sabe que músicos como Germán Cádiz, batero y Luis Pérez, trompetista formaron parte de este conjunto en distintas etapas. Pérez se resembla con principales figuras de la trompeta por su virtuosismo con el instrumento, su formación militar y musical, y su paso por conjuntos instrumentales del cine mudo. Este músico pasó por el círculo Davagnino, Paco Moreno, Astor Bolognini y Pablo Garrido; en estos pasos el músico se familiarizó y encantó con el estilo por su nivel y calidad y demanda musical.

Los hermanos Davagnino de manera individual han pasado por diversos conjuntos de la región, incluido el Casino de Viña del Mar, perdurando en su actividad hasta aproximadamente 1950. Por estos conjuntos se destaca al violinista Hernán Oliva, músico porteño quien realizó su carrera en Argentina como jazzista y, además de pasar por Davagnino, pasó por René Cospito y Óscar Alemán. Fue caracterizado por su improvisación melódica, influenciada por el gypsy jazz.

 

Existen más conjuntos musicales y orquestas que, parecido al caso de los jazzistas mencionados, existe poca o muy acotada información en forma de mención en la prensa, pero son de importante mención por la cantidad de bandas con las que contaba la región. Se hace mención de la Jazz Band Viña-marino y sus recurrentes presentaciones en círculos de bomberos, la cual también dio origen a una academia de baile; La Orquesta de Violines del Señor Sanfeliú y Orquesta del maestro Moreno que ofrecían conciertos en formatos tea y dinner concert en Valparaíso; La Orquesta Cruz Michelachi que amenizaba el cine mudo en el Cinema Star del Barrio Almendral; Orquesta de jazz de F. Montoya que tocaba para matinés y veladas organizadas por la Sociedad Femenina de Protección Mutua; entre otras, que demuestran la versatilidad de estilos y ocasiones en las que se desenvolvía la actividad del jazz.

 

La radio también fue elemento esencial para la difusión del género en la ciudad puerto, donde se creaban programas diarios publicados en la prensa, que invitaban a la comunidad a la escucha de audiciones, sobre todo de la Orquesta de Radio Club Valparaíso y Los Chunchos, que sesionaban en el edificio del diario La Unión, en Plaza Victoria.

Los músicos solistas como Porfirio Díaz, primer bandoneonista (documentado) de Chile, mostrando un acercamiento del jazz al tango que perfeccionó con sus numerosos conjuntos instrumentales que lo acompañaban en los círculos de difusión musical en los cabarés; y Armando Carrera, pianista y pionero en la composición de foxtrots, destacando su célebre composición Las Torpederas en 1917, pero también posteriormente por sus tangos.

 

La llegada del cine sonoro llegó en un momento en el cual Pablo Garrido tuvo una evolución como músico. Después de sus viajes por el norte de Chile, Latinoamérica y Europa, en 1932, volvió a Valparaíso en un contexto de llegada del cine sonoro, evolucionado desde el cine mudo que requería que las bandas acompañaran musicalizando los filmes. Esto tuvo consecuencias: la cesantía de los músicos por la nulidad de su demanda en este nuevo rubro que dio a uno de los antecedentes que explican la posterior formación de big-bands, por la necesidad de agruparse en orquestas más numerosas. En Valparaíso, además de esta formación pionera impulsada por Garrido en el Casino Viña del Mar, la llegada de este nuevo cine dio origen a la sindicalización de conjuntos musicales, apareciendo el Sindicato de Músicos Profesionales de Valparaíso que resguardará las condiciones de estabilidad entre los empleadores y los músicos.

También para los jazzistas fue novedoso escuchar orquestaciones de las películas mediante el cine, puesto que en un inicio era complicado importar discografía desde Norteamérica, y así los músicos tenían mejor acceso a sus referentes. En 1932 se inauguró el coffe-dance El Dorado, fundado por Juan Adriasola y “Viejo Mix”, chilenos allegados desde EEUU que venían con la motivación de formar una banda de jazz estable en el puerto, que nuevamente fue Garrido el encargado de liderarla. Esta mayor apertura hacia lo estadounidense motivaría a la formación de nuevos conjuntos con novedosos repertorios e innovación y virtuosismo, demandado por la calidad de música que se esperaba. Proliferaron músicos como Pablo Mercado, Luis Mella, Ernesto Letelier, Teodolindo Gajardo y Juan Hormazábal. Destaca Ernesto Letelier por dirigir conjuntos en este círculo exclusivo, sobresaliendo la American Jazz Band Letelier en el Club Social de Empleados.

 

La importancia del Casino Municipal de Viña del Mar (inaugurado el 31 de diciembre de 1930) como lugar de gesta del jazz, fue de tal alcance que se considera que transformó a la ciudad jardín. El casino contó con un cabaret, denominado posteriormente como boîte, y muchas amenidades que hacían del lugar un foco de entretención, que prontamente demandó lo mejor de la música del momento, instancia de gesta para que Garrido pudiera con el apoyo de aristócratas y del casino, fundar la Orquesta del Casino Municipal, en la cual se congregaron los mejores jazzistas profesionales del país, siendo en un versión principal un total de 14 músicos, donde se hicieron innovaciones en la guitarra, percusión (sobre todo latina), introducción de timbales, campanas tubulares, bells, xilófono, vibráfono, etc. También el músico destaca la necesidad de un instrumentador propio que le de carácter al conjunto, la versatilidad de estilos que, de alcance a toda la audiencia, la ampliación de visión respecto a culturas.

Este marcado cambio en la configuración de orquesta de jazz, que basaba su sonoridad en Duke Ellington, está en concordancia con las evoluciones en Norteamérica de la música que denotan un cambio de era. Este periodo de actividad musical en Garrido también marcó su fin de la labor jazzística, dedicándose posteriormente a la investigación de músicas chilenas, pero también deja en su herencia composiciones como Jazz Window, primera obra nacional docta para saxo alto y piano; Black Fire para violín; Rapsodia Chilena en tiempo de jazz; y la traducción del primer estudio analítico de jazz sinfónico, de Hughes Panassié.

 

La literatura también documenta el proceso que el jazz ha tenido en sus inicios en Chile. Chicago Chico de Armando Méndez Carrasco es considerada la obra pionera en literatura jazzística. Transcurre en los centros de Santiago y refiere a un sector del centro de la ciudad lleno de bares, locales, prostíbulos; un ambiente bohemio donde esta presente el jazz en un contexto de entretención nocturna, mencionándose locales como el Salón Olimpia, La Buenos Aires y la Foilles Bergere. También en el escrito se destacan músicos de la orquesta de Fernando Lecaros.

En la ficción, un fanático del jazz se imagina a sus héroes apareciendo en su mente, destacando a músicos como Guillermo Córdova con su incorporación de elementos cubanos, composiciones como Ain’t Misbehave, Memphis Blues, Tiger Ray, etc.

Se evidencia a parte de esto la fuerza cultural representada en los escenarios de la región porteña, donde la culminación de este proceso se representa en la fundación del primer club jazzístico en Chile: Club de Jazz de Santiago en 1942.

Nota: Retrato de Pablo Garrido. Extraído de Cabello 2021.
Nota: Orquesta Davagnino. Rescatado de Cabello 2021.

Cómo citar

Perretti, Gianfranco (2022). Jazzistas Porteños de los Albores [resumen]. Wikimus. https://wikimus.cl/jazzistas-portenos-de-los-albores/

Imagen de portada

Única foto conocida de The Royal Orchestra, Facultad de Artes, Sección Musicología, Universidad de Chile.