ALDO, ENTREVISTA 3

¿Cual es tu nombre?

Aldo Yáñez Lillo.

¿Cual es tu edad?

37 años.

¿Cuál es tu instrumento?

Trombón, Eufonio, Sousafón.

Años tocando en el metro

12 años.

¿Cómo comenzaste en la música?

Em bueno… me cambié  de colegio, de octavo a primero medio y el profesor me vio como motivado, y me facilitó la entrada a la banda instrumental… y bueno…  entré a la banda instrumental,  me asignaron de inmediato el instrumento, un trombón de pistones “corn”, cors de Milán. Comencé a acercarme a otros instrumentos que son similares, similares en la técnica, eh… que son el Eufonio o bombardino,  nosotros le llamamos el “barítono”,  y también el Sousafón.

¿Cuándo y por qué comenzaste a trabajar en el metro?

Em… llegué a tocar el metro  por el año 2010,  debido a que  mm… el año anterior había votado la carrera de profesor de historia y seguí tocando trombón, tocaba en grupos de cumbia, en la  banda de “firulete” yo me acuerdo… tocaba en la Big Band, la UCV Big Band, y ahí me incorporé a otros grupos de Villa Alemana, “Sapo mestiso”, “la Chimbomband” toqué también en su tiempo,  en una banda “barbacana”, un grupo de cumbia que también existe en Villa Alemana,  y allí fue que para ganarme la vida digamos…  empecé a tocar en la calle y el metro… en el metro de Valparaíso en aquella época.

¿Trabajas de manera habitual o esporádica?

Salíamos todos los días,  te estoy hablando de la primera época…  la época dorada  digamos de los músicos del metro, donde se ganaba más porque  había varios factores, uno, no había tanto músico, segundo no había vendedores, había solamente uno, tres  la gente que se trasladaba era mucho menor, entonces era mucho más agradable, tanto como para el público,  como para el músico tocar. 

¿En qué momento del día prefieres trabajar?

Vengo a trabajar en el horario que realmente tengo disponible, entonces es como en este horario  entre las 2 y las 5 o 6 más o menos,  en los cuales puedo laburar sin problemas,  porque siempre después  tengo que ir  a cuidar a mi hijo porque hay tantas cosas que hacer. 

¿Cómo ha sido tu experiencia trabajando en el metro?

Em…  como la vida misma de dulce y agraz,  más dulce que agraz.  por el hecho de que  uno se lleva el cariño de la gente, del público cuando te agradece, te dicen “gracias por la música”… “muchas gracias por la música”, muchas gracias por la música” y etc…  Em… también  se puede decir que el instrumento  es el trombón, no es tan  habitual acá en el metro, han habido otros trombonistas y trompetistas, pero cuando yo empecé era el único  trombonista en muchos años,  de hecho fui como el primer trombonista en el metro,  entonces causaba como sensación  digamos,  así que en realidad puras cosas buenas más que nada. También en el plano  de la realización, el desarrollo humano, para mí fue digamos como  bastante importante,  por el hecho de que yo era  bastante tímido de tocar en la calle  o en un medio de transporte, tenía muchos prejuicios  de clase  social  digamos… mi papá  es profesor, entonces como que tenía muchos prejuicios, nada más que eso, prejuicios de lo que significa ser músico callejero. Hasta el día de hoy  tu sabí’ que  los miran pa’  abajo cierto…  y entonces un tema importante  allí de la autoconfianza,  que yo he desarrollado,  durante los años,  en esa primera época, me acuerdo que tiritaba de miedo  cuando me tocaba tocar solo, pero fue importante momento ese.

¿Cómo lo haces referente a tu salud y seguro social?

Muy buena pregunta..  no hay nada de eso,  nada, nada de eso,  hay que decirlo con sus letras,  esa es la parte fea… o las más feas,  de ser músico callejero,  en realidad hay hartas partes feas, la discriminación, la opresión que hace el Estado  a través de los agentes  del Estado cierto, los carabineros  y actores municipales, y también se puede decir que tener un hijo a mi me ha hecho  digamos poner en perspectiva  respecto de que si yo quiero seguir siendo músico callejero, entonces la posibilidad  del hijo que en aquel entonces venía  me hizo terminar la carrera, buscar trabajo de profe,  ser profesor de historia…  importante decir que mientras terminé la carrera  seguía trabajando de músico,  tanto en el metro como en los semáforos,  así que se puede decir  que el ser músico financió mi existencia para terminar la carrera.

¿Consideras que los músicos deben pagar impuestos o contribuciones al Estado?

Mira… sucede… buena pregunta…  yo creo que sí,  como todo ciudadano  que se supone que lo hace, ahora bien,  los ingresos   de los  artistas callejeros  estamos hablando,  son tan exiguos  y tan inestables  que no dan… no dan…   realmente no da para pa’ quitarte el 10%  de la plata que uno gana en el día.

¿Qué haces cuando no ganas lo esperado?

Cuando no gano lo esperado mm.. haber como se puede decir…  em… cuando me subo al metro trato de no poner una cifra en mi cabeza,  solamente tengo un límite de tiempo,  tu cachai..  además de que  siempre  he tenido confianza en el creador,   entonces nunca falta, o sea..  claro escasea, pero siempre  al final  está el monto.

¿Con qué frecuencia renuevas tu repertorio?

Hay épocas y épocas..  hay veces que uno está más  como buscador,  y va sacando más temas, otras veces  se queda uno con los temas  que va tocando en el último tiempo,  siempre tratando de sacar los temas  como más oreja  o que la gente conozca… tratando de adecuar el oído al público igual…

¿Has tenido inconvenientes con usuarios, funcionarios u otros músicos?

Pasajeros o usuarios no,  porque siempre he tratado, osea siempre  he sido lo más respetuoso  posible del pasajero,  entonces no nunca he tenido problemas con pasajeros, al contrario, puras flores, gracias, “me ha alegrado la mañana, me alegró la tarde, gracias” puras flores… pero con los  guardias,  hubo una época  del metro que fue la primera para nosotros,  o cuando yo entre  que fue como los primeros cinco años aproximadamente,  que a los guardias los mandaban  de arriba,  de la gerencia,  y mandaba que los guardias usaran todas  las técnicas de fuerza  en contra de los músicos… y en el último tiempo, n, la mayoría de los vigilantes  “hola, respeto” hay como acuerdos tácitos  donde ellos se trasladan  y ya no te sacan del vagón, pero uno por preferencia ya no toca sobre ellos.

¿Tienes alguna expectativa en el futuro sobre este rubro?

Mira, yo soy profesor de historia,  y el arte callejero  es el fermento de  de nuevas músicas, danzas,  manifestaciones del arte  desde tiempos inmemoriales,  solamente puedo decir que el arte  callejero  siempre va ha existir, siempre va a existir! siempre va  existir el semáforo, o una esquina, o un medio de transporte  donde un músico  va a poderse ganar su pan, como cualquier ser humano, siempre va a existir, eso te lo puedo dar por seguro.