Historia del tango

Primera - Etapa Pre-Dictadura

Según Molina y Karmy (2012), el tango llega a Valparaíso a finales del siglo XIX propiciado por el intercambio cultural que ocurría por medio del puerto y el ferrocarril trasandino, en donde los visitantes extranjeros compartían sus costumbres con la gente local.

Los antecedentes más antiguos que se conocen sobre el tango en la ciudad puerto tienen que ver con la difusión de este tipo de música. En este sentido, las casas de música tuvieron un papel clave, principalmente la sucursal de Grimm & Kern, Casa Wagner y Casa Amarilla, pues les comenzó a llegar material de la empresa Ediciones musicales Alfredo Perroti Argentina. Desde 1891 se comienzan a editar partituras en Valparaíso, siendo unas de las primeras el “Tango del Café” de la editorial Carlos Brandt y la “Colección de Tangos Célebres”.

Posteriormente, en la década de 1920, poco a poco fueron llegando a la quinta región diversos músicos tangueros trasandinos, como el Dúo Gardel Razzano y la compañía de Arturo de Bassi y Carlos Marambio, así como Atilio Copelli, el primer cantante chileno en firmar con el sello Victor Argentina. Sumado a esto, también comienzan a surgir orquestas locales, como la liderada por el músico Porfirio Díaz. Por otro lado, en 1927 este empieza a producir discos locales, un antecedente para la primera producción netamente chilena por parte de Odeón.

La difusión del tango en la década de los 30’s se ve marcada principalmente por la industria del cine y la industria radial. En primer lugar, el cine constituía el mayor medio de transculturización musical, por lo que se exhibieron numerosas películas argentinas con música de tango. Por otro lado, comienzan a aparecer diversos programas de radio enfocados netamente al tango.

Lo anterior, sumado a la llegada de diversas otras orquestas al puerto, tuvo como consecuencia el incremento en las actividades de baile y escucha del tango en Valparaíso. En 1937 La Orquesta de Julio Caro se presenta en el Casino de Viña del Mar, con un repertorio marcado fuertemente por la presencia del tango, tales como “Viña del Mar”, “Volver” y “Carillón de la Merced”. El éxito que tuvieron estas orquestas produjo que los empresarios trajeran al cantante argentino Charlo, en una presentación que se llevó acabo en el Teatro Victoria el año 1937.

En la década de los 40’s el tango se comienza a utilizar en la industria del cine, particularmente como parte de la propaganda política de Estados Unidos con el fin de estrechar lazos con las culturas sudamericanas. Esto permitió una mayor difusión del tango que también repercutió en nuestro país. Por ejemplo, las radios trasmitían los tangos enérgicos de la orquesta de Juan D’Arienzo, tipo de tango que hasta el día de hoy se prefiere en la escena porteña. Durante esta época además se habla de una escuela “decareana”, haciendo referencia a la estética de los tangos instrumentales de Julio de Caro, con una orquestación amplia y de frases melódicas predominantes.

Las siguientes dos décadas se vieron caracterizadas por el surgimiento de diversas orquestas locales y la gran presencia del tango en el ambiente social y cultural de Valparaíso que constituyó una bohemia porteña. Existían espacios destinados especialmente al tango, como centros nocturnos y bares donde se presentaban estas orquestas, además de tanguerías y centros de baile.

Segunda Etapa Post-Dictadura

El golpe de estado de 1973 marcó un antes y después en la historia del tango en Valparaíso. La censura y las grandes restricciones que trajo consigo la dictadura provocaron la disminución de las manifestaciones culturales en la ciudad, incluso, en algunos casos su completa desaparición.

La bohemia porteña que hasta ese entonces estaba proliferando, se vio gravemente perjudicada por el cierre de locales y espacios, además de las restricciones hacia la vida nocturna producto del toque de queda. Por otra parte, el predominio del tango en las manifestaciones culturales porteñas se vio afectada por la progresiva decadencia de su vigencia en la industria, pues desde los años sesenta otros géneros musicales como el cha-cha-chá y el rock se impusieron en la moda.

Debido a todo lo anterior, durante la los años 70’s y 80’s las orquestas sufrieron un decrecimiento en el progreso que experimentaron hasta antes del golpe militar, principalmente debido a la falta de espacios para presentarse y a la cesantía que esto provocó en sus miembros.

A partir de 1990, el municipio toma conciencia de esta situación y comienza a crear diversas iniciativas para retomar la presencia del tango en la escena cultural de Valparaíso. Una de las más importantes fue la selección del mes de enero para realizar muestras de tango en la ciudad, la cual desde el año 1992 se convirtió en un gran atractivo para los turistas. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, esta presencia nunca volvió a ser la misma, pues estas actividades estaban destinadas más bien a mostrar el baile que a propiciar un espacio real y permanente para que las orquestas y antiguos músicos pudieran presentarse.

Esta situación se vive hasta la actualidad, donde aún no hay espacios específicos para el desarrollo del tango como las antiguas tanguera o los locales nocturnos de la bohemia porteña de ese entonces, tratándose más bien de milongas ocasionales en lugares no específicos.

 


 

Referencia

Molina, Cristian; Karmy, Eileen (2012). Tango viajero: Orquestas típicas en Valparaíso (1950-1973). MAGO Editores.

Cómo citar

Cerda, Javiera; Jara, Víctor y López, Francisca (2021). Historia del tango. Wikimus. http://wikimus.cl/wiki/historia-del-tango/

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