Mujeres en el jazz en Chile

Vera Cifras, M. (2018). Mujeres en el jazz en Chile. Modelización, régimen simbólico y trayectorias de género. Revista Musical Chilena, 72(229), pp. 79–106.

El presente artículo nos muestra el rol de la mujer en la escena jazzística chilena, específicamente el rol que ocuparon las cantantes en dicho género y cómo el medio periodístico y revisteril instala a la mujer entre el estereotipo de mujer sensual, elegante, seductora, y la mujer vinculada al rol cómico o al rol instrumental o vocal docto. El autor nos pone así dos términos para categorizar el fenómeno del jazz en Chile: por un lado, la sublimación de este género a categoría de arte (generalmente asociado a lo instrumental) y por otro lado la frivolización como género ligero. Es en este último donde aparece principalmente la mujer, dejándoles única y exclusivamente el rol de cantantes y negando la posibilidad del desarrollo en otros instrumentos musicales que, con la evolución del jazz, fueron adquiriendo mayor importancia desde la mirada androcentrista. El artículo se centra en las “pre-cantantes” de jazz que fueron cronológicamente la tiple cupletista, la vedette, la lady crooner y finalmente en la década de 1960 aparece la cantante de jazz.

Acerca de la tiple cupletista o también llamado el modelo español se nos menciona que las cantantes chilenas siguieron este modelo basado principalmente en el vestuario elegante y las capacidades histriónicas de las cantantes españolas. Se destaca la impostación lírica operática y el uso de grandes trajes relacionados a la ópera menor. El autor nos menciona que principalmente se cantaban shimmys, one step, two step; formas del jazz de la época que se encontraban insertos en operetas, revistas o zarzuelas. Se nos menciona además que esta fue una de las primeras formas de autoría femenina en la muisca popular en el siglo XX, ya sea en la escritura de letras y/o partituras musicales usadas para acompañar piezas de foxtrot, shimmy y one step. Se destaca la figura de Esperanza Iris, denominada la “reina de la opereta”, Alicia Vignoli y Betty Lupetty que interpretaron famosos foxtrots durante la década de 1930.

Las líricas de estas composiciones aludían generalmente a la naturaleza, situaciones amorosas donde la actitud e identidad femenina fluctúa entre la sumisión al amor masculino y por contraparte lo que el autor llama la femme fatale, de actitud dominante y exigente.

Por su parte la vedette o también denominado modelo francés era considerado más irreverente y moderno encontrando en Josephine Baker su principal influencia. A diferencia del modelo anterior, ahora la mujer se desnuda y el erotismo se convierte en parte importante de la puesta en escena. En cuanto a lo vocal, se busca una voz aguda y chillona. El autor nos dice que la vedette era una artista que cantaba, actuaba y bailaba, dotada además de un gran atractivo físico.

En el modelo francés es donde más se marca el tema de la frivolización que tenía la relación con la necesidad masculina de encontrar a la mujer extravagante y erótica en contraparte con la mujer “de la casa”.

En cuanto al modelo norteamericano o lady crooner, se nos menciona como contexto que a partir de 1938 se comienzan a profesionalizar los estudios del jazz y, por tanto, surge un elitismo hacia el jazz instrumental representado por el bebop en contraposición con el “jazz comercializado” y tradicional. Bajo ese paradigma, el mercado musical ubicará a las mujeres en las formas comerciales y/o melódicas y poniendo como eje principal la práctica instrumental de intérpretes hombres. La lady crooner era mayoritariamente una mujer de clase media o media alta, con alto dominio del idioma inglés y que además optaría por aparecer con un nombre artístico en desmedro de su verdadero nombre por censura de sus familias. Se destacan las figuras de Dixie Lane y Carmen Barros como pioneras de este estilo.

Otras figuras importantes en este estilo fueron Lucy Page Guevara, quien sería la presidenta del Club de Jazz de Talca en 1980 y Kerry Keller, que según la prensa de la época fue catalogada como una reina del jazz local, interpretando sus repertorios principalmente en la radio Sociedad Nacional de Minería.

Las lady crooners se caracterizaban por emular el estilo elegante, acompañado de una serenidad natural propia de la estrella de Hollywood de la época. En ese sentido, esta forma de performance es la última en antes de la aparición de la cantante de jazz en la década de 1960.

Vale destacar que muchas veces el acceso a los distintos repertorios se daba por un traspaso de experiencias y modelos de vida entre las mujeres mediante consejos y relatos íntimos. Se menciona el ejemplo de Malú García, que aprendió a cantar blues y negro spirituals de su nana negra en Harlem.

En las conclusiones del artículo se menciona que la presencia de las mujeres en el jazz ha sido olvidada, sobre todo teniendo en cuenta la óptica androcéntrica del jazz profesionalizado, donde había un sesgo a considerar la participación de la mujer como mero hecho anecdótico y colateral. Así, este artículo no solo sirve como barrido histórico de las formas y estilos de interpretar este género musical, sino que como un intento por mantener vivo el legado y el aporte de estas intérpretes para las generaciones venideras

Yáñez, Lucas (2022). Mujeres en el jazz en Chile [resumen]. Wikimus https://wikimus.cl/wiki/mujeres-en-el-jazz-en-chile/